arboles nocturnos brillan entre avenidas,
peces ciegos, con farolas en los ojos , navegan por ríos de concreto,
mientras cientos de zombies ambulantes
a quienes les funciona el cerebro y no les late el corazón,
impávidos dirigen sus deseos hacia el ciego pez,
y con sus manos quisieran alcanzar aquellos espacios oscuros que entre ramas están
Me haces pensar que en realidad el virus zombie ya se propagó por todo el mundo, y los seres humanos somos la gran minoría...
ResponderEliminarI like the way you write.. keep doing it